En los últimos meses el mundo está viviendo una crisis global de escasez de chips y semiconductores que ha afectado a múltiples industrias que viven de esos componentes, desde la electrónica de consumo a la automoción. Además de múltiples problemas económicos, esa parálisis comercial también ha dejado estampas irónicas, como haber forzado a Canon a explicar a los usuarios como instalar cartuchos de tinta no oficiales en sus impresoras.
Hace años fabricantes como Canon, HP, Epson o Lexmark dieron con una estrategia para acelerar su negocio: sus impresoras funcionan únicamente con cartuchos de tinta dotados con chips que sirven para detectar los niveles de tinta restante. Esa estrategia les ha permitido obligar a los usuarios a utilizar los cartuchos oficiales de cada marca, mucho más caros que rellenar los cartuchos con tinta de forma manual o usar cartuchos «falsos», algo que han considerado como piratería en contra de sus derechos digitales.
La escasez mundial de chips ha hecho que, para Canon, esa estrategia salte por los aires. Y es que, ante la falta de cartuchos con esos componentes específicos, a la compañía japonesa no le ha quedado más remedio que aceptar que sus impresoras funcionen con cartuchos de tinta no oficiales y dar instrucciones a sus usuarios sobre como hacer lo que hace pocas semanas criminalizaban.
Cartuchos «falsos» que funcionan bien
La ironía no acaba aquí. Grupos de consumidores y activistas por los derechos digitales llevan años denunciando esta estrategia de los fabricantes de impresoras, que hasta ahora aseguraban que era necesario usar cartuchos de tinta oficiales (con chips) para asegurar la calidad de impresión. Ese argumentario ha quedado expuesto. “Aunque no hay un impacto negativo en la calidad de impresión al utilizar consumibles sin componentes electrónicos, ciertas funciones auxiliares, como la capacidad de detectar los niveles de tóner, pueden verse afectadas”, explican. Eso sí podría afectar negativamente a los usuarios.
A pesar de todas las incongruencias expuestas por esta crisis global de los semiconductores, Canon ha explicado que se trata de una medida excepcional que mantendrá “hasta que se reanude el suministro normal”.
Fuente: diariodeibiza.es