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Google afronta en Estados Unidos el mayor juicio antimonopolio en dos décadas

Google afronta a partir del martes en Estados Unidos el juicio por monopolio más importante en más de dos décadas. El gigante tecnológico, propiedad de la multinacional Alphabet, es acusado de violar las leyes de competencia al abusar de su abrumador dominio en el mercado de las búsquedas. El litigio podría culminar en una transformación de Internet tal y como lo conocemos.

Desde mañana, altos directivos de Google y otras empresas del sector comparecerán ante el tribunal federal de Washington para responder a una doble demanda. El 20 de octubre de 2020, hace casi tres años, el gobierno estadounidense y decenas de estados del país acusaron formalmente a la compañía de Mountain View de mantener ilegalmente un monopolio tanto en su negocio de búsquedas en la web como en el de publicidad de búsquedas.

«Esta demanda golpea el corazón del control de Google sobre Internet para millones de consumidores, anunciantes, pequeñas empresas y empresarios estadounidenses en deuda con un monopolio ilegal», señaló entonces el Fiscal General, William Barr, en un comunicado.

Este es con toda probabilidad el mayor caso antimonopolio del Gobierno de EEUU contra una empresa tecnológica de los últimos 25 años. Los analistas lo comparan con la demanda presentada en mayo de 1998 contra Microsoft, a quien se acusó por incluir su navegador web con Windows. «Google utiliza el mismo libro de jugadas», reza el pleito actual. Microsoft terminó llegando a un acuerdo con las autoridades para limitar su poder y permitir un entorno más abierto. En septiembre, un mes después del inicio del juicio, Larry Page y Sergei Brin dieron luz a Google, que ahora cumple un cuarto de siglo.

«Red ilegal» de contratos

La demanda acusa a Google de cimentar su hegemonía mediante una «red ilegal» de contratos que firmó con fabricantes como Apple, Samsung, LG o Motorola para ser el buscador por defecto en sus dispositivos móviles, así como con desarrolladores de navegadores como Mozilla u Opera. Esos acuerdos también supondrían la preinstalación de otras de sus aplicaciones como Gmail, Maps o Chrome.

En 2021 se desveló que Google pagaría unos 18.000 millones de dólares al año a Apple para que sus productos, desde los iPhone a los ordenadores Mac, den prioridad a su buscador. Ese elevado coste se habría fijado con la voluntad de controlar el mercado y expulsar a rivales como Microsoft de la competición. El juez Amit P. Mehta será el encargado de decidir si esos contratos suponen una «forma de conducta excluyente».

Dominio flagrante

Esa estrategia le ha permitido a Google dominar con mano de hierro las búsquedas en internet, ostentando una cuota de mercado global superior al 90%. El año pasado, Alphabet registró 283.000 millones de dólares en ingresos y 76.000 millones en beneficios. Más de la mitad provienen del negocio derivado de su buscador. «La búsqueda sigue estando en el centro de nuestra misión», aseguró su director ejecutivo, Sundar Pichai, en un comunicado para conmemorar el 25 aniversario la compañía.

Con una capitalización bursátil de 1,7 billones de dólares, Alphabet es la cuarta empresa más valiosa del mundo, sólo superada por las también tecnológicas Apple y Microsoft, y por la petrolera Saudi Aramco. Su hegemonía es tan flagrante que dio lugar al término Googlear, un verbo acuñado a raiz de su popularidad global que se usa como sinónimo de «buscar en internet».

Google asegura que su éxito se debe a que sus herramientas son las mejores, no a que haya manipulado el mercado en su favor. «Es fácil cambiar el motor de búsqueda predeterminado. Hace tiempo que dejamos atrás la era de Internet por vía telefónica y los CD-ROM», ha remarcado Kent Walker, presidente de Asuntos Mundiales de Google.

¿Ruptura de Google?

Este supone el primero caso contra Google que llega a los tribunales de EEUU. El juicio no sólo podría alargarse durante varias semanas, sino que podría acabar con una sentencia que altere el funcionamiento de la compañía. Las autoridades antimonopolio de EEUU no han descartado una ruptura de Google, pues consideran que esa actitud reiterada podría amenazar el surgimiento de rivales. Esa posibilidad, aunque remota, podría suponer una amenaza existencial para la empresa.

En todo caso, el litigio por sí ya supone un pequeño avance en los esfuerzos de la administración Biden para poner cerco a los abusos de las grandes tecnológicas. En enero, el Gobierno presentó otra demanda antimonopolio contra Google por su tecnología publicitaria.

El juicio supone un hito en EEUU, pero no en la Unión Europea (UE), donde el gigante ya ha sido duramente sancionado por los reguladores por violar las leyes al abusar de su dominio para asfixiar a la competencia. Hace justamente un año, la justicia comunitaria consideró que Google había impuesto sus servicios en los dispositivos que usan el sistema operativo Android y fijó la multa en 4.125 millones de euros, la más alta de su historia.



Fuente: El Periodico